Alberto I de Mónaco (París, 13 de noviembre de 1848-ibidem, 26 de junio de 1922), fue príncipe soberano de Mónaco desde el 10 de septiembre de 1889 hasta el 26 de junio de 1922.
Al príncipe Alberto le gustaban los descubrimientos y las exploraciones, y participó, entre otras, en la exploración de Svalbard, realizando su cartografía de forma muy precisa al principio de los años de 1900, por lo que algunas de sus cartas aún se utilizan.[cita requerida]
Además de su afición a los estudios oceanográficos, se interesó por los orígenes del hombre, fundando en París el Instituto para la Paleontología Humana. Los logros y el mecenazgo intelectual de Alberto fueron reconocidos internacionalmente y 1909 fue nombrado miembro de la Academia Británica de Ciencias, concediéndosele también en 1920 por la Academia Americana de Ciencias su medalla de oro.
El príncipe se volvió a casar con Alicia, duquesa viuda de Richelieu (nacida como Alice Heine, su anterior esposo fue Armando, duque de Richelieu), hija de un banquero francés de origen alemán, en 1889, no teniendo descendencia.
El 5 de enero de 1911, el príncipe Alberto concedió a Mónaco una Constitución, que tenía poco contenido en el sentido de reducir la autoridad del soberano, siendo suspendida con la Primera Guerra Mundial. Asimismo, en 1911 apoyó la creación de la Carrera de Montecarlo, una competición de automóvil ideada para atraer turistas a Mónaco y al Casino.
El príncipe Alberto I de Mónaco falleció el 26 de junio de 1922 en París (Francia), sucediéndole su hijo, Luis II.