Se conoce como conducto ependimario o conducto central[1] al ventrículo de la médula espinal que contiene al líquido cefalorraquídeo.[2]
Las células ependimarias que recubren el canal central, poseen un potencial latente de células madre neurales.
Anatomía
Se limita superiormente con el cuarto ventrículo del rombencéfalo y de forma inferior, en el ventrículo terminal de Krause.
Ocupa el centro de la médula espinal, ubicándose en el centro de la comisura gris dividiéndola en una comisura gris anterior y en una comisura gris posterior.
En su trayecto su forma varía: es oval en la médula cervical, esférico en la médula torácica y triangular o en forma de T en la médula lumbar. Esta estructura representa un vestigio del desarrollo embrionario del tubo neural.[3]
Conducto ependimario (en azul). Cortes transversales.
La lesión de la médula espinal (LME) traumática, induce una activación generalizada y duradera de las células ependimarias reactivas. Las células ependimarias que recubren el canal central, poseen un potencial latente de células madre neurales.[4]
↑Dauber, Wolfgang (2007). «16». Feneis. Nomenclatura anatómica ilustrada (5ª edición). Barcelona: Elsevier Masson. p. 318. ISBN9788445816424.|fechaacceso= requiere |url= (ayuda)
↑«Médula espinal». Archivado desde el original el 1 de septiembre de 2015. Consultado el 21 de septiembre de 2015. «En el centro, la médula, presenta un canal por donde circula líquido cefalorraquídeo, el conducto ependimario (Fig. 2). Este recorre la médula en toda su extensión y se comunica con el IV ventrículo (situado en el bulbo raquídeo y protuberancia).»
↑Arias Pérez, Jorge Luis (2005). Universidad de Oviedo, ed. Cuaderno de prácticas en neurociencias. Textos universitarios. p. 163. ISBN9788483174470.|fechaacceso= requiere |url= (ayuda)