Para el traspaso de altos cargos entre el sector público y el sector privado, véase Puerta giratoria (política).
Una puerta giratoria es un tipo de puerta que permite un uso simultáneo tanto para entrar como para salir de un edificio. Consiste generalmente de tres o cuatro hojas posicionadas verticalmente; unidas a un eje central que les permite girar, ya sea mediante un motor o al ser empujadas por los usuarios.
Su principal ventaja es minimizar la fuga de aire en edificios aclimatados con acondicionamiento o calefacción,[1] permitiendo a la vez un elevado flujo de personas en ambas direcciones a través de ella. Por lo menos dos personas pueden entrar y salir del edificio al mismo tiempo mediante este sistema.
Fue inventada por el ingeniero estadounidense Theophilus Van Kannel, quien la patentó el 7 de agosto de 1888.[2]
Funcionamiento
Con el propósito de llevar a cabo su cometido eficazmente, la puerta giratoria suele estar contenida dentro de una estructura cilíndrica en la que calza con relativa justeza. Para acceder a ella, el cilindro contenedor presenta dos aberturas, una hacia el exterior y otra hacia el interior de la construcción, aunque suficientemente separadas como para que siempre haya interpuesta al menos una hoja de la puerta entre ambas.
Debido a ello, al ingresar en una de estas puertas y avanzar acompañando su giro, una persona puede encontrarse momentáneamente rodeada por dos de sus hojas y el cilindro que la contiene, lo que en algunas personas propensas a la claustrofobia puede ocasionar una desagradable sensación de encierro.[3]