Considerado como parte de los llamados Pactos de Familia, establecía el compromiso de las dos potencias europeas para invadir conjuntamente Inglaterra (algo que no sucedió finalmente), así como la recuperación para España de Gibraltar, Menorca (1782), Las Floridas (1783) y la Honduras británica, además de la suspensión de los derechos comerciales madereros de los ingleses en la costa de Campeche. Por su parte, Francia exigía la expulsión de los ingleses de Terranova, la recuperación de Senegal, derecho de comercio con la India, y la retención de Dominica.